Época: alta época clásica
Inicio: Año 480 A. C.
Fin: Año 450 D.C.

Antecedente:
El Estilo Severo
Siguientes:
Los frontones
Las metopas

(C) Pilar León Alonso



Comentario

En el año 1875 las excavaciones realizadas por el Instituto Arqueológico Alemán en Olimpia propician un hallazgo sensacional, las esculturas de los frontones y las metopas del Templo de Zeus. Cualquiera pensará que aquello causó un revuelo y un júbilo desusados, tanto entre arqueólogos como en el público interesado; y sin embargo, no fue así. Hubo más revuelo que júbilo e incluso algo de desilusión, porque la Europa culta de finales del siglo pasado, tan neoclásica y winckelmanniana, esperaba de Olimpia algo más griego, o sea, suavemente ideal. Y, claro, ni los mismos arqueólogos estaban preparados para aquella crudeza -brutal a veces- ni aquella severidad estricta, por lo que no respiraron tranquilos hasta que apareció en otro contexto el célebre Hermes Dionysóphoros, deliciosamente dulce y gracioso.
La situación descrita va más allá de la anécdota, pues demuestra el esfuerzo que exige la comprensión real y profunda de los problemas inherentes al arte clásico. Es más, el reconocimiento del valor y de la calidad de las esculturas de Olimpia tardó en llegar y lo hizo de la mano de artistas como Maillol, tan impresionado por la grandeza de las esculturas de los frontones, que a su lado el Hermes Dionysóphoros le parecía hecho -dice- con jabón de Marsella. Hoy día nadie duda que frontones y metopas de Olimpia son la cumbre del estilo severo y un hito en la escultura griega, porque al fin se impuso el juicio crítico que condujo a un mejor conocimiento de la realidad y a convertir el estupor en pasmo.